miércoles, junio 24, 2009

VICENTE FERRER

“Hay gentes que luchan un día y son buenos”

“Hay gentes que luchan un año y son muy buenos”
“Pero los hay que luchan toda una vida. Esos son los imprescindibles”

La muerte de Vicente Ferrer hace tres días ha sido el último gran acto de servicio a la humanidad de un hombre “imprescindible”. Con su “regreso a Casa” no solo no ha interrumpido su grandiosa obra sino que la ha magnificado y continuado. Está claro que ya no podrá verse su menuda y nerviosa figura recorriendo los campos de Anantapur, dirigiendo largas veladas de planificación y organización de tan vasta obra, animando a cooperantes, a colaboradores y a los propios habitantes de la región a construir una nueva realidad de amor, luz y prosperidad, que no es poco. Ahora su imagen, su obra y su presencia sutil recorren no solo la India sino el mundo entero con el grandioso poder del ejemplo.



No hay otra herramienta espiritual de mayor poder que el ejemplo. Hasta pienso que es la única lección espiritual que funciona y que de verdad mueve nuestras conciencias. El ejemplo tiene un largo brazo, que se amplifica y estira aún más en este mundo de comunicación global e instantánea, y hay que querer ser o estar muy ciego para resistirse a su poderoso influjo, para ignorarlo.


De ejemplo Vicente Ferrer nos dejó sobrados y superados en muchos más aspectos que los más evidentes. La magnitud de su obra es de por sí un ejemplo tan grandioso que arrastra a los corazones más generosos a volcarse definitivamente en la vía del servicio desinteresado a la Humanidad. Pero hay al menos dos aspectos más en su ejemplar vida que no pueden quedar sin mención.


El ejemplo de que un hombre solo y decidido, alineado con el plan divino, con su fuerza interior por todo bagaje, puede mover montañas; las montañas de la incomprensión, de la oposición de los poderosos, del gigantesco esfuerzo físico y psíquico, de la individualidad egoica y de la separatividad.


El ejemplo de que es verdad que “Otro mundo es posible”, y no está tan lejos de nuestro alcance.
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Vicente Ferrer tuvo que soltarse de muchos lastres para llevar a cabo su obra; de sus propios deseos y aspiraciones personales, de sus comodidades, de su “tiempo libre”, etc. Pero sobre todo, hubo de soltarse del lastre más pesado, de la Iglesia Católica, y abandonar los hábitos jesuíticos para dar rienda suelta al amor en su más amplia y libre expresión. Si la palabra “santo” o “santidad” tienen algún sentido profundo y espiritual, más allá de las complejidades y procedimientos de la Iglesia, Vicente Ferrer se la ha ganado de pleno, junto a otros “santos” no oficiales relacionados con la India, como la Santa Madre Teresa de Calcuta o el mismísimo “Mahatma Gandhi”.

El ejemplo de Vicente Ferrer, no se ha hecho esperar. Esta mañana, a tres días de su muerte, escuché en Radio Nacional una entrevista telefónica que el director del programa “En días como hoy”, Juan Ramón Lucas, hacía al Presidente del Congreso de los Diputados de España, José Bono, el cual había asistido personalmente al entierro de Vicente Ferrer en Anantapur, India.

José Bono es el tercer cargo institucional del Gobierno de España después del Rey y del Presidente del Gobierno. José Bono representaba al Gobierno español en el entierro de Vicente Ferrer y asistió acompañado de Soraya Saenz de Santamaría, portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, en representación de la oposición. Aparte de la componente ilusionante de que el Gobierno de España reconozca a tan alto nivel institucional la valía e importancia de la obra de Vicente Ferrer, me impactó oír hablar al Presidente del Congreso de amor, de Amor con mayúsculas, al valorar la obra de Vicente Ferrer y su impacto. Bono estaba profundamente impactado ante la magnitud de la figura y del ejemplo de Vicente Ferrer.


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Hasta tal punto que situó la figura de éste gran hombre, y de otros personajes similares, muy por encima de reyes, presidentes de gobierno, financieros, hombres de negocios, políticos, famosos y demás especies, a los que se lo otorga de facto el liderazgo en la conducción de la humanidad. Bono ridiculizó con claridad la lucha política que día a día contempla desde su Mesa del Congreso y habló de que personajes de la talla de Vicente Ferrer, llevaba al absurdo la ambición de los políticos y de la mayoría de los seres humanos. Todos califican a Vicente Ferrer, de una forma muy sencilla a la vez que poderosa, como “un hombre bueno”. Esta calificación devuelve contenido y valor a la palabra “bueno”. Es el hombre quien magnifica la palabra, y no la palabra al hombre. Es el poder del ejemplo, que es instantáneo y atemporal, y tiene el brazo muy largo.

Al terminar la entrevista, el presentador del programa refirió una anécdota, esta vez de la Madre Teresa de Calcuta, que me tocó hondamente el corazón y que no me resisto a contar. Más o menos decía así: El Ex Vicepresidente de los Estados Unidos Henry Kissinger, visitó a la madre Teresa de Calcuta en sus casas de acogida de India. Sorprendido e impactado por el trabajo de esta buena mujer exclamó: “Eso que usted hace con esta gente no lo haría yo ni por un millón de dólares al día”. “Yo tampoco”, le contestó la Madre Teresa de Calcuta. ¡¡¡!!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha gustado muchísimo tu comentario sobre Vicente y creo que a él le habrá encantado allí donde esté, posiblemente muy muy cerca de Dios. Creo que es de lo mejor que he leído sobre él estos días. Desde mi blog, le estoy haciendo un "homenaje poético", porque lo conocí en el 97, me ayudó muchísimo y yo por mi parte he procurado colaborar y seguir su enseñanza, y sobre todo porque lo amo como maestro y padre. Hay entradas sobre él anteriores al "Homenaje", intercaladas con rollos míos que te puedes saltar. Te invito a visitarlo,cosa que no he hecho con ningún desconocido, porque verdaderamente tu visión de él me parece de las más certeras. La dirección es: blogdeblancaandreu.blogspot.com

Anónimo dijo...

Me ha gustado mucho tu blog, de la manera como te expresas de Vicente Ferrer, era un hombre digno de admirar, creo que estará dentro de nuestros corazones.
soy "fanatica" de blog.
me gustaría saber mas de ti, espero me escribas.
ana.mico@hotmail.es

Anónimo dijo...

Ah, se me olvidó decirte que la anécdota sobre la madre Teresa no es original. Desde después de la guerra civil se contaba en Orihuela referida a una de las Hermanitas de la Caridad del hospital, que fueron no sólo respetadas sino protegidas por milicianos en su labor en una zona donde los sacerdotes y las monjas fueron perseguidos y asesinados.

También la he escuchado en otros lugares referida a las mismas monjas. Puede, o bien que se haya repetido o bien que sea apócrifa. La anécdota que yo conozco no dice " ni por un millón de dólares" sino "ni por todo el oro del mundo"